
- El creador es montador de cocinas y ha hecho un escenario con castillo, torres y casas de madera utilizando recortes de su trabajo
- Una familia de Cerro de Reyes abre el salón de su casa al público HOY 06.12.11 - 00:04 -A. GILGADO | BADAJOZ.
AURORA MUÑOZ | Madrid 23/11/2011
El continuo desarrollo tecnológico ha modificado los modos de enseñar y de aprender irremediablemente, pero esta alfabetización digital es mucho más que manejarse entre ratones y teclas. Así lo ha defendido Lluís Font, secretario de Políticas Educativas del Departament d'Ensenyament de la Generalitat de Catalunya, en la tercera jornada de la XXVI Semana Monográfica de la Educación que Fundación Santillana dedica este año a los retos docentes planteados por la sociedad digital. "La tecnología tiene que ser propedéutica e instrumental, no está justificada si no logra un objetivo educativo aunque aporte motivación a los alumnos", advierte Font. "La escuela no requiere una googlelización, sino herramientas innovadoras que complementen a las tradicionales", ha añadido. El secretario de Políticas Educativas de la Generalitat catalana se suma a la postura crítica que expone Finkielkraut Alain, profesor de filosofía de la École polytechnique, en Internet: el éxtasis inquietante. La obra cuestiona la utilidad de las TIC para mejorar el rendimiento escolar de los alumnos, que tienden a distraerse con el formato, más allá de los contenidos.
Font considera que tecnología puede dar buenos resultados en las aulas si se matiza la propuesta a las necesidades de cada centro. Propone que los colegios e institutos puedan escoger el presupuesto que quieren invertir en digitalizarse y que dependa de ellos la decisión de aplicar filtros en los ordenadores o dejar a los alumnos libertad en el uso de la Red. "La alfabetización digital puede contribuir a democratizar aún más la educación y a alimentar la inteligencia colectiva, pero la sociedad necesita tiempo para digerir este paso. Si apresuramos el cambio de paradigma sin marcar una hoja de ruta clara podemos distorsionarlo y permitir que nos devore la industria", cita en referencia crítica al consumo masivo de nuevas tecnologías. "El modelo deseable es el que combina el libro tradicional con recursos digitales. Leer sigue siendo la base de la adquisición de conocimiento", opina el secretario de Políticas Educativas del Departament d'Ensenyament de la Generalitat de Catalunya.
Ferran Ruíz, presidente del Consejo Escolar de Cataluña ha puesto en duda que las TIC condicionen en exclusiva el futuro de la educación: "La calidad de la enseñanza se basa más en las sinergias del profesorado que en su virtuosismo. Si nos centramos en la utilización de recursos digitales sin una buena guía del tutor, vamos camino de la perdición".
RuIz ha expuesto distintos escenarios para la escuela futura que van desde un sistema fuertemente institucionalizados y en recesión donde la falta de financiación ancle al claustro en anclarse en "lo de siempre" a otro integrado por colegios privados mercantilizados que condicionen sus elecciones a la rentabilidad y su posicionamiento en rankings de competitividad. "No está claro que va a pasar, por eso hay que mantener una actitud crítica y vigilante", concluye.
Marta Codina y Laura Mateo, directora y coordinadora de Bachillerato del Instituto Guillem Catà de Manresa (Barcelona), han obviado las predicciones para narrar la experiencia actual de su centro, que se encuentra en un barrio de la periferia de Manresa y cuenta con un 36% de alumnado inmigrante, con una situación socioeconómica media-baja. El instituto se salta los tópicos y cuenta con pizarras digitales, ordenadores y proyectores en el 90% de las aulas. Los profesores llevan elaborando materiales digitales de creación propia desde 2007 y utilizan software libre para potenciar las buenas prácticas informáticas. "Al principio había reticencias por parte del profesorado, no porque no se sintieran capaces de adaptarse o porque no les faltara motivación. Tenían dudas sobre cómo controlar que los chicos accedieran a páginas inadecuadas o si darían un buen uso a los materiales. También los padres nos preguntaban cómo podían ayudar a su hijo a hacer los deberes sin conocer el funcionamiento del libro digital", recuerda Codina.
En Guillem Catà se rigen por el Programa EduCAT 1x1 que está basado en el modelo un ordenador por alumno. Eso les permite una mayor autonomía del estudiante en el uso de las TIC y que pueda llevárselo a casa para continuar trabajando con él. Sin embargo, su acogida es más bien tibia en el entorno escolar, porque para justificar la inversión sería necesario acreditar un uso intensivo que, hoy por hoy, no parece exigirse en la enseñanza primaria y secundaria, pero que va extendiéndose con rapidez en el sector universitario. La crisis también ha ralentizado el programa de este centro de Manresa y los alumnos de 1º de ESO tienen que conformarse con que la digitalización la lidere el profesor con un ordenador y una pizarra digital por aula. "No hay recetas mágicas, pero tampoco sería bueno negarse este sinfín de posibilidades", ha concluido Mateo.
Recuerdo que una vez me contaron una historia preciosa.
Trataba sobre una persona que llevaba a cuestas una biblioteca. Con su fardo cargado de libros iba a todos aquellos lugares a los que solo había llegado la pobreza, los desastres o las guerras. Repartía libros entre los jóvenes y los niños, y entre los más mayores. Y se quedaba una temporada para que todos tuvieran tiempo de leer sus historias. Así los niños podían soñar con patas de palo y polvo de hadas, alas de mosca y agua de luna; los jóvenes con amores y desamores, con cometas en el aire; los mayores, con otros cielos, otras vidas, otras tierras, con el frágil hilo que une los sueños a la esperanza.
Qué hermosa idea la de poder llegar con una biblioteca a todas partes. Una biblioteca ambulante. Porque una biblioteca se puede llevar en una maleta, en una bicicleta, en unas alforjas o en el fondo del zurrón. Incluso ahora, con los tiempos que corren, hasta en la palma de la mano. O en el bolsillo del pantalón. Qué bella idea la de transportar tu propia biblioteca, y acceder a su contenido bajo la sombra de una encina.
Les revelaré algo que muy pocos saben: las tortugas gigantes son auténticas bibliotecas ambulantes. Me refiero a las tortugas gigantes del Pacífico, las que llegan siempre tarde a todo lo que acontece. Y es que son tan pesadas, es tan lento su caminar, que cuando consiguen llegar ha pasado todo y ya no ocurre nada. Si quieren enterarse de algo han de pedir que les cuenten lo ocurrido. Las tortugas gigantes guardan todas las historias dentro de su caparazón y, al ser tan longevas, mantienen viva la memoria de las islas. Nada queda en el olvido.
En las bibliotecas – ya se lleven en un zurrón, en un caparazón o en una maleta, ya sean estables o ambulantes-, el tiempo parece detenerse. En su interior, las personas deambulan de acá para allá, sin bullicio, cuidadosas. En ocasiones hasta se puede escuchar el murmullo de las palabras volando entre los estantes.
Al entrar en una biblioteca nos transformamos en tortugas gigantes. Tortugas gigantes de bibliotecas. Miramos, buscamos, deseamos comer higos chumbos. Caminamos despacio apartando las prisas. Preguntamos, escuchamos, agradecemos, encontramos, acariciamos con el índice los lomos, tocamos, abrimos. Una lágrima resbala por nuestra mejilla y se detiene en los labios.
Leemos:
“ Con su fardo en el hombro recorría los estrechos senderos por los que casi nadie caminaba. Llegaba así con los libros de su particular biblioteca a las alquerías más alejadas, a los cortijos y poblachos de las sierras, perdidos en el tiempo. Y en boca de todos estaba siempre aquella persona cargada de historias y sueños, portadora de esperanza,”
En las bibliotecas descubrimos, aprendemos, nos informamos, sentimos. Vivimos otras vidas. Imaginamos que somos tortugas gigantes. Que guardamos bajo nuestro caparazón las historias que nos han contado, los libros que hemos leído y los libros que soñamos algún día poder leer.
Somos auténticas bibliotecas ambulantes… y esa lágrima sabe a mar.
Pilar López Ávila
A pesar de ser la elección personal, editoriales y organismos ayudan a los jóvenes a elegir los libros de lectura, sacando listados de los libros recomendados para cada edad.
A continuación, mostraremos algunos listados donde poder ver los mejores libros para cada edad.
Banco de recursos SOL, consiste en una iniciativa de la Federación de Gremios de Editores de España. Nos ofrece en su sección de lectura varias herramientas para elegir los títulos más interesante.
Lo + 201o, es una recopilación de las 48 obras más destacadas de la literatura infantil y juvenil del pasado año, llevada a cabo por la Fundación Germán Sánchez Ruipérez.
Anaya infantil y juvenil. Esta editorial recoge en su página tres secciones diferentes donde se hacen eco de las principales obras recomendadas para este curso escolar, tanto para infantil, como primaria y secundaria.
Muestra del libro infantil y juvenil. Recoge una selección actualizada de 354 títulos de literatura infantil y juvenil organizados por materias y por edades.
Los mejores libros para niños y jóvenes. Se trata de un listado con las obras más interesantes que aparecen cada año. Se lleva haciendo desde el año 1980, por el Banco de Libro de Venezuela.
El cole “cierra” y nuestros niños quieren tener una biblioteca a su disposición:
¡Quieren seguir leyendo!
Los maestros/as del cole hemos animado durante el curso, a los niños y niñas a conocer y usar los servicios que LA BIBLIOTECA DEL BARRIO ha prestado durante el invierno, no sólo de nuestro barrio, Cerro de Reyes , también de otros barrios en el que viven algunos de nuestros alumnos/as. Los más pequeños han aprendido este año donde está la biblioteca del barrio., y muchos tienen el carnet.
Y ahora, toca animar a nuestros alumnos/as a continuar atrapados en la red de la lectura en las bibliotecas públicas.
La Biblioteca Municipal del Cerro de Reyes abrirá durante todo el verano a partir del
Lunes 27 de Junio.
HORARIO
De 9 de la mañana a las 2 de la tarde
Ya conoces la dirección:
Biblioteca Pública Municipal Cerro de Reyes
Calle de Santa Luisa de Marillac, 8, 06010 Badajoz, España
924 20 00 85 (Concejalía de Cultura)
bad_cerro@bibliotecasdeextremadura.com